Coaching de Negocios: ¡el desarrollo personal no es personal!

En el ámbito empresarial, buscas mejorar y hacer más eficientes tus esfuerzos y recursos, aunque en muchas ocasiones desconoces la manera de lograrlo. Desarrollar nuestro potencial requiere experiencia, propia y ajena; por fortuna, existen personas que están dispuestas a ayudarnos. Averigua aquí de qué manera lo hacen.

 

El desarrollo personal ¿es realmente personal? Piénsalo, ¿acaso los mejores atletas del mundo consiguieron sus logros por ellos mismos, o necesitaron el apoyo y ayuda de alguien más para triunfar? 



Imagínate a Lorena Ochoa o a Tiger Woods sin un mentor, o ¿cómo sería la selección mexicana sin entrenador? Entonces, podrás darte cuenta de que el desarrollo personal ya no es tan personal. ¿No sería fabuloso tener entrenadores en otros ámbitos de la vida, y no nada más en el deportivo? ¿Qué tal en nuestro trabajo o negocio?
 
¿Qué tal en nuestra PYME?


En esta era llegan muchos conceptos y tendencias que reinventan nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Como los coaches deportivos, ahora surgen los coaches de negocios, que son una nueva opción para que los dueños de negocios sean verdaderos campeones en sus distintas áreas y dominen sus respectivos mercados. 



Una PYME sólo crecerá hasta donde lleguen los conocimientos y creencias de su dueño, y el coach de negocios será aquella figura que los ayude y motive a lograr sus metas. Para comprender este progreso, vamos a definir un poco lo que es el coaching de negocios.



El coaching de negocios es un proceso de aprendizaje interactivo, en donde se acompaña al dueño en el crecimiento y desarrollo de su empresa, tomando en cuenta todos los factores en juego. Los coaches de negocios se autonombran generalistas, puesto que se enfocan en todas las áreas del negocio, a diferencia de un consultor, que sólo vería una área en particular. Otra característica que lo define, es que el coaching de negocios no está enfocado en el negocio en sí mismo, sino en desarrollar las habilidades del dueño, sin importar el giro, tamaño y unidades del negocio. Además, su interesante perspectiva ayuda al empresario a cambiar los modelos, pues los coaches de negocios se concentran un 80% en la persona y 20% en el negocio, porque éste en realidad es sólo un medio para conseguir el sueño o aspiración de su dueño, es decir, para alcanzar su realización.
 



Son muchos los beneficios que se derivan del coaching de negocios, ayudando al empresario a:


·         Mantenerse enfocado en el objetivo y visión de la empresa
·         Acelerar su proceso de crecimiento y desarrollo 
·         Aumentar la productividad, las utilidades y las ventas
·         Superar la indolencia y el “no se puede”
·         Mejorar el liderazgo y trabajo en equipo
·         Desarrollar una planeación estratégica versus un trabajo técnico
·         Perfeccionar sus habilidades de negociación


Lo anterior nos da una idea del porqué el coaching de negocios tiene cada vez mayores adeptos en el gran mundo de los negocios, debido a su singular naturaleza y a las bondades que posee. El objetivo de un coach de negocios es que su cliente, o coachee, entienda la definición de negocio, y que no sólo la entienda sino que la experimente y la viva. Esto se traduce en un pensamiento: 
¡Formar una empresa rentable que pueda trabajar sin mí!


Esta es la manera en que un coach quiere que el dueño de una PYME piense y actúe. Vamos a ver la evolución de un hombre o mujer de negocios:



La evolución a un autoempleado. Desafortunadamente, esta es la situación de un gran número de PYMES en México; es el dueño que piensa que él es el único que puede hacer el trabajo de una manera eficiente, y tiene creencias y modelos antiguos, como los que dicen “a ojo del amo engorda el caballo”, “el que tenga tienda que la atienda”, “si quieres hacer algo bien, hazlo tú mismo”. Es el
 todólogo en su empresa, contrata personas menos capaces e inteligentes que él, no puede desaparecer del negocio algunos meses, pues de lo contrario el negocio no funcionaría, es el empleado más caro y más ocupado, y en general, el negocio depende al 100% de él.



La evolución a un dueño de negocio.
 Es el dueño que empieza a hacerse planteamientos más interesantes; ocupa más su tiempo en planeación estratégica y no en trabajo del día a día, preguntándose lo siguiente: ¿cómo podré hacerle para que el negocio me deje más ganancias y tener más tiempo libre?, o ¿cómo hacer para trabajar más para mi negocio y no en el negocio? 



Este salto implica un cambio en la manera de pensar, y es en este proceso en donde el coaching de negocios adquiere gran relevancia, para ser el entrenador, el guía y el mentor en esta vital transición.



La evolución a un empresario.
 Es el dueño de uno o más negocios, se preocupa por desarrollar nuevas ideas de negocios para materializarlas en empresas, posee habilidades de negociación muy bien desarrolladas y probadas; se hace la siguiente pregunta: ¿cómo hacer más dinero y generar empleos con el dinero y las ideas de los demás?



La evolución a un inversionista.
 Es la persona que plantea cuestiones como: ¿de qué forma puedo hacer más dinero con el dinero que tengo?, y ¿cómo puedo hacer que mi dinero trabaje para mí y no trabajar para ganarlo? Continuamente analiza distintas oportunidades de negocio para invertir su dinero, y está en búsqueda de la mejor información de inversión que esté disponible. Para él, este activo es el más importante, se anticipa a las tendencias y las mejores oportunidades están reservadas para los mejores inversionistas y empresarios.



Dar el salto de autoempleado a dueño de negocio para más adelante convertirse en un empresario o inversionista, requiere desarrollar las habilidades empresariales y de negocio que se necesitan, y un coach es un especialista para desarrollar en el dueño de negocio dichas habilidades. Entonces, el desarrollo personal deja de ser personal, porque necesitamos de alguien que nos ayude, nos motive, nos presione y nos guíe para alcanzar nuestras metas y sueños.



Desde este punto de vista, reconocemos que los negocios son sencillos: las personas son las complicadas. Cambiar tu negocio es sencillo, cambiar tú y tu equipo de trabajo representa el gran reto. Al respecto, Jim Roth dice lo siguiente: “nunca desees que el trabajo sea más fácil, desea tú ser mejor”.
Gerardo González es Licenciado en Ciencias de la Comunicación con un posgrado en Comunicación Organizacional, ambos en el Tecnológico de Monterrey. Es colaborador de varias revistas, ha trabajado en el ramo editorial y ha sido coproductor de televisión y ejecutivo de recursos humanos. Actualmente es Coach de Negocios, seminarista y especialista en Marketing para la firma de coaching de negocios número uno a nivel mundial.


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