¿Conoces las claves del liderazgo empresarial?




A la hora de dirigir una empresa, la innovación y la capacidad de aportar soluciones imaginativas se convierten en dos aspectos fundamentales





Tomar las riendas de una compañía no sólo exige una amplia formación, sino potenciar las habilidades directivas y de gestión. ¿Sabes cuáles son las más importantes?





Según la consultora Brian Tracy Internacional, existen 7 responsabilidades básicas que ningún profesional debería dejar de lado, especialmente si tienen que desarrollar determinadas funciones directivas. Estas aptitudes, que aparecen reflejadas en el libro ¿Cómo lideran los mejores líderes? —escrito por el fundador de la firma, el propio Brian Traycy—, son unas directrices indispensables para la buena marcha de cualquier compañía.








Te las resumimos en las siguientes líneas:





Fijar metas comerciales. Uno de los principales motivos del fracaso comercial tiene que ver con las dificultades para crear estrategias que incidan positivamente en las ventas, el crecimiento económico, la productividad o la rentabilidad. Además de una buena planificación, conviene establecer tácticas para alcanzar los objetivos planteados.





Ante todo, innovación. Captar y conservar a sus clientes debería ser una de las máximas para cualquier compañía. Y para lograr esta fidelización, no hay nada mejor que adoptar soluciones cambiantes e imaginativas, capaces de dar respuesta a las demandas reales del mercado.





Aprender a ser resolutivo. No hay que perder de vista que el buen líder es aquel que tiene la habilidad de convertir los problemas en oportunidades, y las dificultades, en desafíos.





Respetar un orden de prioridades. Pese a ser uno de los activos más valiosos, el tiempo es una de las pocas cosas que no se pueden comprar. Gestionarlo adecuadamente es un factor indispensable para asegurar el éxito de un proyecto. Para ello, nada mejor que saber qué acciones son las más urgentes y cuáles pueden esperar.





Ser un ejemplo. La actitud del buen líder debe ser modélica. Aun cuando no es el centro de atención, debe mantener en todo momento un comportamiento intachable. Como decía Plutarco, la mujer del César no sólo debe ser decente, sino también parecerlo.





Hacer que te sigan. Sin capacidad de persuasión y de movilización, nadie puede ser considerado como un verdadero líder. Sólo hay una forma de lograrlo: granjeándote la confianza, el respeto y la admiración de tus subordinados.





Ser efectivo. Realizar una buena labor que vaya acompañada de resultados positivos para la empresa es la mejor carta de presentación del líder, ya que de este modo puede demostrar su valía y eficacia.





En cualquier caso, estas recomendaciones nunca podrán sustituir a una buena formación en el marco empresarial, un aspecto indispensable para todos aquellos que deseen desempeñar su carrera profesional en este ámbito. Para lograrlo, es posible apostar por programas de posgrado, másters y cursos de especialización pensados para potenciar nuestras habilidades directivas o familiarizarnos con las claves de la gestión de recursos humanos. 





Con ellos, y una buena aptitud y predisposición para el liderazgo, estaremos en condiciones de llevar a nuestra empresa mucho más lejos.





FUENTE: http://www.quecursar.com

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