“Acqhire”, cuando una gran empresa compra otra sólo porque le interesa su personal




Es un concepto que ya existía, pero que está adquiriendo gran dimensión en el ámbito de las empresas tecnológicas, donde se se produce con cada vez más frecuencia.





La guerra por conseguir personal de talento en estas empresas es cada vez más agresiva. Y mientras las pequeñas empresas “luchan” haciendo ofertas y contraofertas a base de talonario y condiciones laborales cada vez más flexibles, las grandes empresas van más allá. Saben que su supervivencia futura depende de mantener el grado de innovación a buen ritmo. Y esto a su vez sólo se consigue teniendo a los mejores en su equipo. Estamos hablando de empresas tipo Google, Facebook, Zynga…





Por otro lado, todos conocemos los inicios de estas grandes empresa (sobre todo en este ámbito tecnológico): jóvenes estudiantes de ingeniería desplegando su talento en garajes de suburbios residenciales… Cualquier pequeña empresa de hoy se puede convertir en un duro competidor mañana.







Teniendo en cuenta estos dos factores, no es difícil entender la cantidad de pequeñas e incipientes empresas que son compradas a lo largo del año por los peces grandes.





Entre los que siguen la actualidad del mundo empresarial tecnológico cada vez que se produce una de estas compras se lanzan todo tipo de especulaciones… Facebook compró FriendFeed (un servicio que ayuda a las personas a rastrear las actividades online de sus amigos) y hay quien pensó que con este movimiento la compañía estaba tratando de competir con mayor eficacia contra Twitter… pero no. Casi dos años después FriendFeed no ha sido actualizado ni se le han incorporado nuevas características. Apenas les interesaba la tecnología que desarrollaba, pero con su equipo humano han reforzado sus propias divisiones. Al final, de una forma u otra se acaba aprovechando la tecnología que adquieren con la compra de estas empresas. Pero no es el objetivo principal.





Numerosos jóvenes ingenieros, conscientes de esta situación, se lanzan a emprender proyectos tecnológicos con la vista puesta a llamar la atención de estas grandes empresas y ser adquiridos “empresarialmente” hablando. Desarrollar tecnología desde una pequeña empresa se convierte en una especie de tesis o máster… sólo que la nota final se escribe en un talonario y el diploma se convierte en un buen número de acciones.





En una Acqhire hay “un precio por cabeza”. En Silycon Valey, según Vaughan Smith (director de desarrollo corporativo de Facebook, que ha negociado muchas de las últimas adquisiciones de esta empresa), “Los ingenieros valen de medio millón a un millón de dólares”. Además se ofrece un elevado salario, opciones de acciones… eso sí, también se exige un compromiso de permanencia de como mínimo un año. Pues han sido numerosas las “deserciones” al poco tiempo de algunas de estas adquisiciones.





A todo esto, los inversores de riesgo están divididos. Los hay que se han adaptado a esta realidad y buscan también apoyar a jóvenes emprendedores tecnológicos con la vista puesta en los beneficios que obtendrán cuando al cabo de dos o tres años aparezca alguna gran empresa con interés de hacer una Acqhire. Pero también están los que pretenden construir negocios grandes y duraderos, a los que les cuesta encontrar jóvenes capaces de resistir la tentación cuando llega el momento.





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