Cómo ejercitar la fuerza de voluntad




La fuerza de voluntad es inherente a cualquier trabajador que es valorado en una empresa porque tiene la capacidad de cumplir objetivos, puede trabajar en base a unas metas, puede comprometerse con un proyecto de grupo y asumir responsabilidades. Sin embargo, es más fácil poner en práctica la fuerza de voluntad cuando estamos en un ambiente humano en el que nos sentimos bien, es decir, cuando realizamos una labor que nos gusta y nos agrada.





Por el contrario, cualquier persona siente más pereza cuando se siente desmotivada o realiza un trabajo que es ajeno a su verdadera vocación. Una situación que es muy habitual especialmente en tiempos de crisis donde existe muy poca oferta de empleo y demasiada demanda.







Cada persona debe aprender a disfrutar con aquello que hace, algo que puede resultar muy fácil en la teoría y más difícil en la práctica. Sin embargo, en cualquuier actividad existen puntos positivos que hacen que una labor sea agradable. Por ejemplo, un trabajo puede ser monótono pero tal vez, tenga un excelente horario que permite al trabajador disfrutar del tiempo de ocio.





En otras ocasiones, un trabajo puede ser muy exigente pero tal vez, el trabajador tenga como compensación un sueldo interesante. En otros casos, el ambiente laboral puede ser excelente. Es decir, cada trabajador puede pensar en puntos positivos que sirvan como fuente de motivación interior para hacer frente a la jornada laboral con optimismo.





Además, en la propia vida conviene poner en práctica la fuerza de voluntad puesto que quien no tiene constancia no puede conseguir objetivos a largo plazo.





Fuente: http://zonaempresas.com

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